Ciclo - UCA

domingo, 20 de mayo de 2007

VALOR DE USO

Utilidad de una cosa, capacidad que posee de satisfacer una necesidad cualquiera que sea, del hombre, de la sociedad.

El valor de uso está condicionado por las propiedades físicas, químicas y otras propiedades naturales de la cosa, y también por las que ésta haya adquirido a consecuencia de la actividad humana dirigida a un fin. El valor de uso lo crea el trabajo concreto (…) La economía política estudia el valor de uso como portador del valor. La particularidad del valor de uso de una mercancía estriba en que tal valor ha de poseer la propiedad de satisfacer necesidades del que compra la mercancía dada es decir, ha de actuar como valor social de uso(...) En el régimen de producción capitalista, (…) el valor de uso consiste en extraer ganancias. Bajo el régimen socialista, la creación del valor de uso de uso de la mercancía en determinada cantidad, surtido y calidad, tiene como objetivo directo el de satisfacer en grado creciente las necesidades de los miembros de la sociedad.

Teoría culturológica en referencia al valor de uso: Ella alienta el consumo como determinante en la producción de los bienes culturales. La cultura, en nuestro siglo, es dominada por la forma industrial de producción. El énfasis es el producto final, dado al mercado y al consumo. Ese proceso es cosificado como la producción de bienes materiales. El trabajo y los productos culturales son mercancías y ellas son síntesis de relaciones sociales. Puede decirse que el acto de mirar una obra de arte es el momento final de un proceso rectificado. Mientras tanto, la rectificación original alcanza el destinatario. El consumidor experimenta y prueba la sensibilidad por medio del mercado y de sus productos. El sujeto realiza su placer estético a partir de los objetos.

La cosificación está presente también en el momento final de la cadena, en su destino. El sujeto es un nuevo objeto en esa cadena. Él no va al encuentro de sí sino que va al encuentro de los productos. Es evidente la anulación de los sujetos: tanto de los sujetos-operarios, que son pura fuerza de trabajo, como del sujeto-destinatario, que es sólo un consumidor.

La fragmentación es plena. Ella nace en la fabricación de los productos y termina en un sujeto-objeto de la industria de la cultura. El valor de cambio, el lucro y los negocios toman cuenta del arte. No hay espacio para la manifestación del juicio estético: el arte, en nuestro siglo, es objeto de diversión, de ocio. El proceso industrial de la cultura quiere la naturalización de la cosificación. .

El valor de cambio obscurece el valor de uso. La concepción del arte y de la cultura como mercancía no considera las diferencias entre los bienes dados para la satisfacción física y los culturales, dados para la satisfacción del gusto, del deseo, de la imaginación y del placer estético. Si los productos culturales y de satisfacción física son iguales en el proceso productivo, ellos son diversos en la especificidad. Como valor de cambio son equivalentes, pero como valor de uso son diferentes. A pesar de que son mercancías, las obras de cultura son destinadas a la sensibilidad, intuición e imaginación, más allá de la necesidad física. El trabajo artístico no es sólo demostración de destreza técnica, tiene también como finalidad producir belleza. Los procesos artísticos y culturales no se reducen a la concepción del trabajo enajenado.

En el arte, la superación de la enajenación es presente, levantando una perspectiva de utopía, o de crítica de la realización de las facultades humanas, más allá de las actividades de producción económica. La cultura, forma parte tanto del universo económico como actividad de explotación y expansión del capital, y también del nivel simbólico como uno de los mecanismos de sedimentación del imaginario dominante. Sin embargo, aunque sea diversa en su destinación (el uso, por tanto), la obra de arte se mantiene en un puesto delicado: su destino es la belleza y la satisfacción de la subjetividad y, por eso, es un elemento de conformación de lo imaginario. Pero ella puede ser crítica, a despecho de que se desarrolle por medio de la industria cultural.

En el dominio de la propiedad privada el del trabajo enajenado, la mercancía es una especie de alegoría cerrada del capitalismo. Los bienes culturales, por su vez, restituyen esa alegorización, pero no sólo eso: aún escamoteando, ellos reponen a los sujetos sociales la dominación y su refutación, o sea, la posibilidad de transformación. El arte y la cultura son alegorías abiertas, destinadas a la subjetividad en medio de la enajenación: son una posibilidad de superación.

CITAS

  • Adorno, T.W., Horkeimer, M. Dialética do esclarecimento: fragmentos filosóficos. Rio de Janeiro: Zahar, 1985

  • Borisov; Zhamin; Makarova. Diccionario de Economía Política. Madrid: AKAL, 1975 (1ª ED). 250 p

Realizado por: Ariana Corradi

3 comentarios:

Sostenimiento Eclesiastico dijo...
Este blog ha sido eliminado por un administrador de blog.
Acerina dijo...

Muchas gracias!

Estaba investigando para un trabajo de Economía General y esto me fue muy útil...

Salu2

Julián dijo...

Hay que hacer un poco de esfuerzo para leer este artículo. Me pregunto por caso si habrá sido levantado desde una versión defectuosa o una mala traducción? Por favor revisar (sugerencia para comenzar):

"Puede decirse que el acto de mirar una obra de arte es el momento final de un proceso rectificado. Mientras tanto, la rectificación original alcanza el destinatario.

Lo de rectificación me lo ubico cerca de motores y metales; reificación creo que le viene mejor, porque por lo que puedo ver se trata de el proceso de "fetichización" ya que tenemos cerquita el concepto de arte, o quizá "reificación" que si no intuyo mal puede ser una composición dervada del latín "res" como "cosa". Ergo se estaría refiriendo a la cosificación que, puede verse un parrafo debajo, se menciona por primera vez (lectura a la letra), tercera vez (lectura entusiasta)

Me interesa particularmente, porque no he logrado dar con ella, la interpretación que pudiera hacerse del artículo sosteniendo la idea de rectificación. Un poco de discusión haría mucho más interesante cualquier cosa.

Saludos y no me canso de festejar la la iniciativa digital