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miércoles, 5 de septiembre de 2007

HISTORIA DE LA TELEVISION

Desde los años 50, la televisión se ha convertido en el medio de comunicación por excelencia. Evidentemente, su historia se remonta varias décadas atrás, pero la auténtica revolución, en sus días, no es comparable, con ningún otro.

La prehistoria de la televisión arranca, en sentido estricto, de los descubrimientos técnicos más elementales que hicieron posible la transmisión a distancia de la imagen en movimiento. Globalmente, como sucedería con la radio, debe distinguirse entre los procedimientos técnicos que permitieron enviar las primeras imágenes o sonidos de una emisora a un receptor y el momento en que esa misma señal llegó a ser captada por un numero elevado de receptores y convirtió el simple medio de comunicación en fenómeno social. Los comienzos remotos de la era de la televisión parten del descubrimiento del selenio, un metaloide imprescindible en la composición del nuevo invento

La televisión nace a partir de la conjunción de una serie de fenómenos e investigaciones simultáneas pero desarrolladas aisladamente. El original descubrimiento de la "foto telegrafía" a mediados del siglo XIX (la palabra Televisión no sería usada sino hasta 1900), debe sus avances y desarrollo a varios investigadores que experimentaron con la transmisión de imágenes vía ondas electromagnéticas.

De todos los que contribuyeron con sus estudios de foto telegrafía, sin duda los más importantes son el ingeniero alemán Paul Nipkow, conocido como el padre de la televisión, quien, en 1884 patenta su disco de exploración lumínica, más conocido como Disco de Nipkow; John Logie Baird, escocés quien en 1923 desarrolla y perfecciona el disco de Nipkow a base de células de selenio; a los norteamericanos Ives y Jenkins, quienes se basaron en Nipkow; y al ruso, Vladimir Sworykin, gestor del tubo Iconoscopio.

Las primeras transmisiones experimentales nacieron a la vida en los Estados Unidos. Fue en Julio de 1928 cuando desde la estación experimental W3XK de Washington, Jenkins comenzó a transmitir imágenes exploradas principalmente de películas con cierta regularidad y con una definición de 48 líneas. Sin embargo, la URSS, que comenzó sus emisiones regulares en Moscú en 1948, fue el primer país del continente en poner en funcionamiento este servicio público.

En el año 1929, la BBC (British Broadcast Co.) de Londres manifiesta cierto interés en las investigaciones de Logie Baird luego de que este en 1928 había logrado transmitir imágenes desde Londres hasta New York, además de demostrar también la TV en Color, la TV exterior con luz natural y la TV en estéreo, todo ello, desde luego, en forma muy primitiva.

Sin embargo, en 1929 la BBC aseguró un servicio regular de transmisión de imágenes, las transmisiones oficiales se iniciaron el 30 de septiembre del mismo año.

La definición del equipo era de 30 líneas, empleando un canal normal de radiodifusión. La totalidad del canal estaba ocupada por la señal de video, por lo que la primera transmisión simultánea de audio y video no tuvo lugar sino hasta el 31 de diciembre de 1930. Hacia fines de 1932, ya se habían vendido más de 10.000 receptores.

Esta televisión era del orden mecánico. La verdadera revolución no llegaría sino hasta el inicio de la TV electrónica, iniciada con los experimentos de Sworykin.

Este se unió a la WESTINGHOUSE y comenzó sus investigaciones a principios de la década de los años 20, utilizando un tubo de rayos catódicos para el aparato receptor y un sistema de exploración mecánica para la transmisión. Su descubrimiento fue bautizado como Tubo Iconoscopio, y su primera patente data de 1923. Hacia fines de los años 40, la TV electrónica de Sworykin había desplazado por completo a la mecanización.

En ese mismo año comenzó la guerra por la TV a color. Ya antes de esta, Sworykin había sugerido la idea de estandarizar los sistemas de TV que se estaban desarrollando paralelamente en todo el mundo. Gracias a esta inquietud, a principios de 1940, Estados Unidos creó la National Television System Comitee (NTSC) el cual velaba porque las normas de fabricación de los aparatos de TV fueran compatibles entre las diferentes empresas americanas dedicadas a su fabricación. Así, en julio de 1941 se estandarizó el sistema, válido para todos los estados de los Estados Unidos, era de 325 líneas aproximadamente.

Al término de la guerra, la industria de la TV tomó un nuevo ímpetu. Europa adoptó un sistema de 625 líneas, mientras que Francia poseía uno de 819 líneas. Inglaterra mantuvo el suyo de 405 líneas y los Estados Unidos. estandarizó su sistema de 525 líneas.

Los diferentes estudios realizados a fin de desarrollar la TV en colores, volvía a poner en jaque la compatibilidad que el público requería de los aparatos. Los intereses económicos de las grandes compañías presionaron fuertemente para que se adoptase un sistema de color no compatible a todos los aparatos. Aunque, ciertamente fue la gran cantidad de televisores vendidos en aquel entonces (sobre los 10 millones), el hecho motivó el acuerdo de desarrollar una TV color plenamente compatible.

Se produce un sistema de compatibilidad entre aquellos televisores que producían una imagen en blanco y negro con los que estaban preparados para proyectar colores, para esto en 1953 se adopta el nombre del comité regulador, conocido como sistema NTSC. Pero, este desarrollo también llegó a los países europeos quienes no quisieron transar sus orgullos nacionales.


La TV Color

En 1928 es el año que por primera vez se desarrollan experimentos de la transmisión de imágenes a color. Baird, basándose en la teoría tricromática de Young, realizó experimentos con discos de Nipkow a los que cubría los agujeros con filtros rojos, verdes y azules. El 17 de agosto de 1940 Guillermo González Camarena patenta, en EEUU y México, un Sistema Tricromático Secuencial de Campos. Ocho años más tarde, 1948, Goldmark, basándose en la idea de Baird y Camarena, desarrolló un sistema similar, llamado sistema secuencial de campos el cual estaba compuesto por una serie de filtros de colores rojo, verde y azul que giran anteponiéndose al captador y, de igual forma, en el receptor, se anteponen a la imagen formada en la pantalla del tubo de rayos catódicos. El éxito fue tal que la Columbia Broadcasting System lo adquirió para sus transmisiones de TV.

El siguiente paso fue la transmisión simultánea de las imágenes de cada color con el denominado trinoscopio.

El elevado número de televisores en blanco y negro exigió que el sistema de color que se desarrollara fuera compatible con las emisiones monocromas. Esta compatibilidad debía realizarse en ambos sentidos, de emisiones en color a recepciones en blanco y negro y de emisiones en monocromo a recepciones en color.

En búsqueda de la compatibilidad nace el concepto de luminancia y de crominancia. La luminancia porta la información del brillo, la luz, de la imagen, lo que corresponde al blanco y negro, mientras que la crominancia porta la información del color. Estos conceptos fueron expuestos por Valensi en 1937.

En 1950 la Radio Corporation of America, (RCA) desarrolla un tubo de imagen que tenia tres cañones electrónicos, los tres eran capaces de impactar en pequeños puntos de fósforo de colores, llamados luminóforos, mediante la utilización de una máscara, la Shadow Mask o Trimask. Los electrones de los conductos al impactar con los luminóforos emiten una luz del color primario correspondiente que mediante la mezcla aditiva genera el color original.

Mientras en el receptor se implementaban los tres cañones correspondientes a los tres colores primarios en un solo elemento, en el emisor, en la cámara, se mantenían los tubos separados, uno por cada color primario. Para la separación se hace pasar a la luz que conforma la imagen por un prisma dicroico que filtra cada color primario a su correspondiente captador.

El primer sistema de televisión de color ideado que respetaba la doble compatibilidad con la televisión monocroma se desarrolló en 1951 por un grupo de ingenieros dirigidos por Hirsh en los laboratorios de la Hazeltime Corporation en los EE.UU. Este sistema fue adoptado por la Federal Communication Commission de USA (FCC) y era el NTSC que son las siglas de National Television System Commission. El sistema tuvo éxito y se extendió por toda América del Norte y Japón.

Las señales básicas que utiliza son la luminancia (Y), que nos da el brillo y es lo que se muestra en los receptores monocromos, y las componentes de color, las dos señales diferencia de color, la R-Y y B-Y (el rojo menos la luminancia y el azul menos la luminancia). Esta doble selección permite dar un tratamiento diferenciado al color y al brillo. El ojo humano es mucho más sensible a las variaciones y definición del brillo que a las del color, esto hace que los anchos de banda de ambas señales sean diferentes, lo cual facilita su transmisión ya que ambas señales se deben de implementar en la misma banda cuyo ancho es ajustado.


La innovación de la televisión digital ya esta entre nosotros

A finales de los años 80 del siglo XX se empezaron a desarrollar sistemas de digitalización. La digitalización en la televisión tiene dos partes bien diferenciadas. Por un lado está la digitalización de la producción y por el otro la de la transmisión.

En primer lugar, en cuanto a la producción se desarrollaron varios sistemas de digitalización. Los primeros de ellos estaban basados en la digitalización de la señal compuesta de vídeo que no tuvieron éxito. El planteamiento de digitalizar las componentes de la señal de vídeo, es decir la luminancia y las diferencias de color, fue el que resultó más idóneo. En un principio se desarrollaron los sistemas de señales en paralelo, con gruesos cables que precisaban de un hilo para cada bit, pronto se sustituyó ese cable por la transmisión multiplexada en tiempo de las palabras correspondientes a cada una de las componentes de la señal, además este sistema permitió incluir el audio, embebiéndolo en la información transmitida, y otra serie de utilidades.

Para el mantenimiento de la calidad necesaria para la producción de TV se desarrolló la norma de Calidad Estudio CCIR-601.

La reducción del flujo binario de la señal de vídeo digital dio lugar a una serie de algoritmos, basados todos ellos en la transformada discreta del coseno tanto en el dominio espacial como en el temporal, que permitieron reducir dicho flujo posibilitando la construcción de equipos más accesibles. Esto permitió el acceso a los mismos a pequeñas empresas de producción y emisión de TV dando lugar al auge de las televisiones locales.

En cuanto a la transmisión, la digitalización de la misma fue posible gracias a las técnicas de compresión que lograron reducir el flujo a menos de 5Mbits/segundo, hay que recordar que el flujo original de una señal de calidad de estudio tiene 270Mbits/segundo. Esta compresión es la llamada MPEG-2 que produce flujos de entre 4 y 6 Mbits/segundo sin pérdidas apreciables de calidad subjetiva.

Las transmisiones de TV digital tienen tres grandes áreas dependiendo de la forma de la misma aun cuando son similares en cuanto a tecnología. La transmisión se realiza por satelite, cable y vía radiofrecuencia terrestre, ésta es la conocida como TDT.

El avance de la informática, tanto a nivel del hardware como del software, llevaron a sistemas de producción basados en el tratamiento informático de las señal de televisión. Los sistemas de almacenamiento, como los magnetoscopios, pasaron a ser sustituidos por servidores informáticos de vídeo y los archivos pasaron a guardar sus informaciones en discos duros y cintas de datos. Los ficheros de vídeo incluyen los metadatas que son información referente a su contenido. El acceso a la información se realiza desde los propios ordenadores donde corren programas de edición de vídeo de tal forma que la información residente en el archivo es accesible en tiempo real por el usuario. En realidad los archivos se estructuran en tres niveles, el on line, para aquella información de uso muy frecuente que reside en servidores de discos duros, el near line, información de uso frecuente que reside en cintas de datos y éstas están en grandes librerías automatizadas, y el archivo profundo donde se encuentra la información que está fuera de línea y precisa de su incorporación manual al sistema. Todo ello está controlado por una base de datos en donde figuran los asientos de la información residente en el sistema.

La difusión de la televisión digital se basa en el sistema DVB Digital Video Broadcasting y es el sistema utilizado en Europa. Este sistema tiene una parte común para la difusión de satélite, cable y terrestre. Esta parte común corresponde a la ordenación del flujo de la señal y la parte no común es la que lo adapta a cada modo de transmisión. Los canales de transmisión son diferentes, mientras que el ancho de banda del satélite es grande el cable y la vía terrestre lo tienen moderado, los ecos son muy altos en la difusión vía terrestre mientas que en satélite prácticamente no existen y en el cable se pueden controlar, las potencias de recepción son muy bajas para el satélite (llega una señal muy débil) mientras que en el cable son altas y por vía terrestre son medias, la misma forma tiene la relación señal-ruido.

La televisión en Argentina

La televisión argentina nace en 1951 con cierto retraso, no sólo en relación con Europa o Estados Unidos, sino también respecto de algunos países latinoamericanos (Cuba, México, Brasil). Esto produce una fractura en un imaginario de pionerismo tecnológico nacional (la Argentina contó con una industria gráfica editorial, cinematográfica y radial importante) y además produce una inserción relativamente atípica de la televisión en el país. Al mismo tiempo, la precariedad del modo de producción, así como la escasez de aparatos receptores que llevan a un consumo público y colectivo durante por lo menos una década permiten pensar esa primera etapa como la más específicamente “criolla” de la televisión argentina en relación con el modo en que es introducida la televisión en otros países latinoamericanos. Las transmisiones regulares de la televisión argentina comienzan el 17 de octubre de 1951 y las realiza LR3 Radio Belgrano, Canal 7 de Buenos Aires, propiedad del Estado Nacional. Éste sigue siendo el único canal hasta 1960, cuando se instalan varias emisoras privadas en Capital e interior del país que cambiarán definitivamente el panorama de la televisión nacional. Esos primeros años casi nunca han sido considerados como parte relevante de la historia de la televisión argentina en la escasa bibliografía existente ya que son, sin duda, un período extraño en el que se contaba con un único canal, pocos televisores y una programación reducida. Sin embargo, todo período inicial de un medio de comunicación configura desde el punto de vista cultural una etapa particularmente compleja en la que se mezclan representaciones y modos de apropiación donde se encuentran en tensión lo nuevo y lo viejo, lo tradicional y lo moderno, lo propio y lo ajeno. A lo que se suma, en este caso, que el modo en que se instala la televisión en la Argentina produce un punto de inflexión en la historia mediática del país clausurando una etapa previa y dejando fuertes marcas en el imaginario acerca del medio -y me atrevería a decir que también acerca de las posibilidades mediáticas de la Argentina en el futuro-. La televisión argentina se instala como señalamos antes, como un mprendimiento del Estado, pero que no seguía modelos con perspectiva de servicio público y no descartaba la publicidad y la programación comercial para su financiamiento. Su director, Jaime Yankelevich, había sido el dueño de una de las radios más importantes del país –Radio Belgrano- que habia sido censurada y clausurada primero, expropiado por el gobierno peronista, poco tiempo antes en una maniobra confusa. El canal se instaló en la Ciudad de Buenos Aires y hasta 1960 no hubo canales en el interior del país. Los televisores fueron importados hasta 1958 y eran objetos verdaderamente caros. Es decir que no hubo una política de crecimiento hasta el momento en que se licita la apertura de los canales privados y poco tiempo antes se comienzan a fabricar los televisores en el país lo cual abarata enormemente su costo. Esta situación produce un largo período que abarca prácticamente toda la década en que la televisión no se convierte en un medio realmente masivo y sin perspectivas claras de crecimiento. Pero, por otra parte, permite desarrollar cierto tipo de producciones locales importantes. Por tratarse de un medio que todavía no puede convocar a las grandes estrellas de la radio y del cine de la época, ni tampoco a su personal técnico, se conforma un núcleo muy joven, que hace sus primeras experiencias en el espectáculo en la televisión.

Durante la segunda mitad de la década, particularmente, en que hay un momento político más propicio para ciertos grupos de actores y directores que venían del Conservatorio de Arte Dramático y algunos autores del teatro, se realizan intentos de producciones importantes en televisión. Con cierto gesto vanguardista se busca experimentar con una técnica que resultaba novedosa, a partir de propuestas realistas y con preocupaciones sociales en general. De esta forma se realizan telenovelas, unitarios y ciclos de teatro que marcarán hitos importantes en su intento por imponer una televisión de calidad artística con posibilidades de acceso a un público más amplio que aquel del teatro independiente de donde provenían muchas de las propuestas. No es casual que muchos de los autores y actores provenían, desde el punto de vista político, de distintas variantes de la izquierda. Se trata de un período en el que se produce una mixtura extraña entre la enorme precariedad técnica y el juego con los límites de esa precariedad en un espacio que todavía se vislumbraba como posible. Pero estos intentos van a quedar en cierta forma clausurados en el momento en que comiencen a funcionar los canales privados con pautas de producción industrial en 1960, momento que por otra parte coincide con una menor homogeneidad en el campo intelectual y por lo tanto con un quiebre de las perspectivas imaginadas respecto de la televisión.

Bibliografía consultada

BARBIER, Fréderic, BERTHO LAVENIR, Catherine. Histortia de los medios de Diderot a Internet. Colihue, 1996, Buenos Aires, Argentina.

Gran Diccionario Salvat, Buenos Aires, Salvat Editores, Barcelona, 1998.

VARELA, Mirta. “Los comienzos de la televisión en Argentina en el contexto Latinoamericano”. Facultad de Ciencias Sociales / Facultad de Filosofía y Letras. 1998, The Palmer House Hilton Hotel, Chicago, Illinois, September 24-26, 1998.

http://www.aldeaeducativa.com/aldea/Fotos.asp?Which=/imágenes/tv.jpg

http://es.wikipedia.org/wiki/Paul_Nipkow

http://es.wikipedia.org/wiki/Television

Realizado por: Delfina Stortini

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