En la década del 70, Umberto Eco aboca sus estudios al área de la semiótica (estudio de los signos). Durante esa época escribió varias obras entre las que encontramos “La estrategia de la ilusión”, en la que toma temas de la actualidad y los conecta con la semiótica y la comunicación. Dentro de “La estrategia de la ilusión”, Eco incluye un texto llamado “Para una guerrilla semiológica” en el que se encarga de estudiar los diferentes puntos desde donde se puede dar la resistencia, la revolución, y determina que ese lugar es la cabeza del receptor/perceptor, ya que es ahí donde se resignifican los mensajes. De acuerdo a ésta conclusión se desprenden dos conceptos fundamentales relacionados con el mensaje: la decodificación y el código. Según la definición del diccionario de la Real Academia Española, código es un “sistema de signos y de reglas que permite formular y comprender un mensaje”. Con respecto a éste concepto, Eco dice que “un código es un sistema de probabilidad prefijado y sólo en base al código podemos determinar si los elementos del mensaje son intencionales (establecidos por la fuente) o consecuencia del ruido”. El código es el que determina el mensaje, el significado de éste cambia si cambian los códigos elegidos para interpretarlo. Si los códigos entre emisor y receptor no coinciden, es probable que surjan confusiones en cuanto al significado del mensaje, ya que el receptor interpretará algo totalmente diferente a lo que el emisor intenta transmitir. Eco llama a éste tipo de confusión “decodificación aberrante”. Sin embargo, aclara que en una comunicación entre persona-persona, éste tipo de inconvenientes son poco probables, ya que los códigos entre emisor y receptor son establecidos de ante mano. Pero hay casos, como en la comunicación estética, donde “el mensaje es intencionalmente ambiguo con el fin preciso de estimular la utilización de códigos diferentes por parte de aquellos que estarán en contacto con la obra de arte, en lugares y en momentos diferentes” (“La estrategia de la ilusión”, Eco, Umberto). En cuanto a la comunicación de masas, la ambigüedad está siempre presente, pero la diferencia es que en éste tipo de comunicación, es ignorada. Con respecto a esto, Eco afirma que “El universo de la comunicación de masas está lleno de estas interpretaciones discordantes; (…) la variabilidad de las interpretaciones es la ley constante de las comunicaciones de masas”.
Fuentes:
-Diccionario de la Real academia española (www.rae.es)
-ECO, UMBERTO, La estrategia de la ilusión, Editoria Lumen, 1986
Realizado por: Agustina Donatelli
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